Los guerreros aztecas

18.09.2013 12:57

Los aztecas privilegiaban el arte de la guerra en su cultura, esto los llevó a un gran número de conquistas en la región mesoamericana, tenochtitlan estaba dividida en varios distritos y cada uno tenía sus propias escuelas, donde el entrenamiento militar era parte fundamental de la educación. Entre sus prácticas estaban las llamadas "guerras florales", las cuales eran organizadas en tiempos de paz para reunir prisioneros, con el objetivo de sacrificarlos ante los dioses. 

Las Armas 
Entre las armas que utilizaban los guerreros aztecas estaban, varios tipos de macanas y lanzas, además de las hachas de cobre, el arco, la honda y el atl-atl, primero solían atacar las armas a distancia, para luego entrar en el combate cuerpo a cuerpo. 
Los guerreros aztecas. 
Podría decirse que macana o maquahuitl era la versión méxica de la espada, era una suerte de maza con incrustaciones de obsidiana a los lados, en versiones de una y dos manos. 
La obsidiana era una piedra de origen volcánico similar al vidrio, era más filosa que el acero, pero también mucho más fragil, también era incrustada en las lanzas y puntas de flecha. 
Para las guerras florales no se incrustaba obsidiana en las macanas, ya que el objetivo era capturar prisioneros en lugar de matar. 

Los escudos eran hechos de fibras vejetales y cañas, utilizaban armaduras acolchadas de algodon. 
Aztecas
El atl-atl era una herramienta para disparar jabalinas que proporcionaba mayor alcance y potencia al disparo que lanzando las jabalinas manualmente. 

Las Castas Guerreras 
Entre las castas más famosas están los guerreros águila y los guerreros jaguar. 
Los guerreros jaguar eran pertenecientes a la nobleza, en cambio, los guerreros águila podían provenir de cualquier estrato social. Ambos eran entrenados en calmecac, una prestigiosa escuela de tenochtitlan, de donde salían las fuerzas de elite. 
Se dice que los guerreros águila y jaguar causaron la mayor parte de las bajas españolas. 

Sin embargo no son las únicas castas guerreras, otra muy interezante eran los Cuachique, de moicano y uniforme amarillo, los cuales combatían en parejas y hacían un juramento de jamás dar un paso atrás en batalla bajo pena de muerte, en caso de cometer esta falta eran asesinados por sus compañeros. 
guerreros 
Entrenamiento 
Los hijos de los nobles eran educados y entrenados en el calmecac donde recibían educación militar avanzada así como en otros temas tales como astronomía, calendarios, poesía y religión. Por otra parte los hijos de plebeyos fueron educados en el telpochcalli donde recibían formación militar básica y aprendían un oficio. 

Guerreros águila y guerreros jaguar 
Tribus 
civilizaciones 
La mayor sociedad guerrera fue la de los guerreros águila (cuauhpipiltin, en singular cuauhpilli) y la de los guerreros jaguar (ocelopipiltin, en singular ocelopilli). Ambos vestían como el animal del que tomaban su nombre, algunos vistiendo pieles de grandes felinos y otros adornados con plumas de águila. Muchos de estos guerreros fueron representados en estatuas y en códices. La poesía mexica también usa con frecuencia la frase "In cuauhtli, in ocelotl" (las águilas, los jaguares) para referirse a los nobles en la guerra. El cuartel de los guerreros águila y los guerreros jaguar fue el Quauhcalli "la casa de las águilas", situado en el recinto ceremonial en Tenochtitlan. Era el grupo de élite de las fuerzas armadas, algunos codices recogen la leyenda de que entraban en un profundo estado de meditación y podían permanecer en un sitio de cuclillas y sin moverse, sin comer ni beber durante al menos dos semanas, simplemente esperando el momento oportuno para atacar y matar de un golpe (como era usual) a su enemigo. Se estima que los guerreros águila y los guerreros jaguar causaron casi el 80% de las bajas españolas, antes, durante y después de la conquista. 

Guerreros otomíes 
Los guerreros aztecas. 
Los Otomies (Otomih u Otontin) fueron otra sociedad guerrera la cual tomo su nombre de la gente otomí, la cual se resistió enérgicamente a la conquista. En fuentes históricas es frecuente confundir si la palabra otomitl "Otomi" se refiere a los miembros de la sociedad guerrera mexica, o a los miembros del grupo étnico que muchas veces se unió a los ejércitos mexica como mercenarios o aliados. 

Guerreros rapados 
Los guerreros rapados (Cuachicqueh) eran la sociedad guerrera más prestigiosa. Sus cabezas estaban rapadas, excepto por una cresta de pelo al centro y una trenza sobre la oreja izquierda. Pintaban sus calvas y rostros en una mitad azul y en la otra rojo o amarillo. Al iniciarse juraban no dar un paso atrás durante la batalla bajo pena de muerte a manos de sus camaradas. 

Campañas y batallas 
Una vez que el tlatoani tomaba la decisión de ir a la guerra se daba la noticia en las plazas pidiendo la movilización del ejército con varios días o semanas de anticipación. Cuando las tropas estaban preparadas y cualquier altépetl aliado había sido advertido y había dado su consentimiento para participar en la campaña, la marcha comenzaba. Generalmente los primeros en marchar eran los sacerdotes llevando las efigies de los dioses, al día siguiente la nobleza marchaba encabezada por el tlacochcalcatl y el tlacateccatl. Y en el tercer día el grueso del ejército mexica marchaba, seguido por los guerreros de otras ciudades de la alianza (Tlacopan y Texcoco), y finalmente, las fuerzas aliadas de otras ciudades, en algunas de estas ciudades, se unían otros guerreros durante la marcha, mientras el ejército pasaba por sus ciudades. Gracias al eficiente sistema de caminos a lo largo del México central, el ejército mexica marchaba, un promedio estimado de 19-32 kilómetros por día. El tamaño de los ejércitos mexica variaba considerablemente de pequeńos contingentes de entre unos cientos y unos pocos miles de guerreros, a grandes ejércitos con cientos de miles de guerreros. En la guerra contra Coixtlahuacan, el ejército mexica consistía de casi 200.000 guerreros y 100.000 tamemes. Otras fuentes mencionan ejércitos de hasta 700.000 hombres 

Combate 
La lucha normalmente empezaba al amanecer. Se utilizaban señales de humo para avisar sobre el inicio de una batalla y para coordinar ataques entre diferentes divisiones del ejército. La señal para atacar era dada por instrumentos musicales como tambores y conchas de caracoles (Tlapitzalli). Generalmente la batalla comenzaba con flechas y lanzas. El grueso del ejército estaba compuesto por plebeyos armados con arcos y hondas. Entonces los guerreros se lanzaban al ataque, y durante esta fase, antes de la lucha cuerpo a cuerpo, se utilizaba el átlatl. Esta arma lanzamisiles era preferida para tiros cortos que las hondas y arcos, por ser mucho más letal. Los primeros guerreros en entrar en combate eran los más distinguidos guerreros de las sociedades Cuachicque (Rapados) y Otontin (Otomí); luego seguían los guerreros águila y los guerreros jaguar; y finalmente los plebeyos y jóvenes primerizos. Hasta bien entrado el combate, los rangos se mantenían y los mexicas intentaban acorralar o flanquear al enemigo, pero una vez que el combate comenzaban a intensificarse, las filas se rompían, y cada guerrero libraba su propia contienda mano a mano. Los jóvenes participaban por primera vez en batalla, normalmente no se les permitía luchar antes de que la victoria mexica estaba asegurada, tras lo cual, se trataría de capturar presos durante la huida del enemigo. Se dice que, durante las guerras floridas, los guerreros mexicas solo capturaban a sus enemigos en lugar de matarlos, a veces cortando un tendon o incapacitando de otra manera a sus enemigos. Esto ha sido utilizado como argumento para explicar la derrota de los mexicas ante los españoles pero ya no es considerado como algo probable. Gracias a nuevas fuentes, sabemos claramente que los mexicas mataban a sus enemigos españoles cuando tenían la oportunidad. Otras maniobras tácticas de los mexicas, consistían en fingir retiradas y elaborar emboscadas: pequeños grupos de soldados mexicas atacaban primero y se retiraban con lo que atraían y hacían caer al enemigo en una trampa, llevándolos a lugares donde había más guerreros ocultos. Si un enemigo intentaba refugiarse en su ciudad, la batalla continuaba. Pero como normalmente, el objetivo era conquistar una ciudad no destruirla. Una vez que la ciudad era conquistada el templo principal sería incendiado, proclamando a lo lejos, a todos los pueblos cercanos, la victoria de los mexicas. Si los enemigos aún se negaban a entregar el resto de la ciudad, esta podría ser incendiada, pero esto era poco frecuente. 
Aztecas